Capitulo 5.

Capitulo 5:

Narra Allison:

2 semanas después.

Era un día sábado y solo me tocaba trabajar por la mañana. Perfecto, tenía la mitad del día para mi entrenamiento. Pero de todas maneras, me gustaba pasar tiempo con Joe. Ese día cargue mis patines, y organice mi bolso, y fui camino a la empresa. Luego de allí iría a entrenar.

-Hola, Joe. ¿Cómo estas? – Pregunte al verlo.

-¡Hola, Ally! Yo estoy bien. ¿Tu estas mejor? – Pregunto sonriendo.

-Si… mucho mejor. – Respondí.

-¿Y para que traes eso? - Joe bajo la mirada, noto que traía mis patines y pregunto curioso.

-Yo patino desde niña… hoy tengo que ir a entrenar. Mañana es la competencia. – Conté.

-¿En serio? Eso es muy bueno. – Dijo.

-Si… es mi pasión. – Exclame segura.

-Sabes… me gustaría verte. ¿Puedo ir a la competencia? – Pregunto entusiasmado.

-¡Claro que puedes ir! – Conteste contenta. Pues era inevitable decirle que no.

Que Joseph asistiera a verme me ponía feliz y un poco nerviosa. Nunca nadie me había apoyado de esa manera. Mi novio, Brandon, no se interesaba en eso y ni si quiera me deseaba buena suerte. Siempre fui una chica solitaria e independiente en eso. Con Joe acordamos mantener un pequeño secreto sobre lo de mañana, ya que no quería que Barbie se enterase, porque armaría un escándalo. Todavía no lograba entender porque Joe estaba con una chica como ella.

Después de unas horas de trabajo, percibí que sonaba mi celular. Observe la pantalla para conocer quien me estaba llamando, y era mi padre. Dude en atenderlo. Pero al final decidí hacerlo, y para eso, me encerré en el baño.

-Hola… ¿papá? – Dije en voz baja.

-Hija… si, soy yo. – Respondió.

-¿Qué necesitas? – Pregunte rápidamente.

-Quiero saber que estas haciendo… ¿es verdad que trabajas en la empresa Jonas? - Pregunto intrigado.

-Si… es verdad. Pero no puedo hablar ahora. – Mencione.

-Brandon me dijo que volviste a entrenar… ¿sigues gastando tu tiempo en eso? – Pregunto enojado.

-Ya… es mi tiempo. Puedo hacer lo que quiero. Soy grande. – Exclame.

-¡Eres una inútil! Me estas decepcionando demasiado… no entiendes las cosas. El patinaje no es lo tuyo, ya deja de hacerlo. Ve hacer algo mejor… si no quieres seguir siendo la inútil que eres… debes escuchar más a Bran… - Expreso furioso pero lo interrumpí.

-¡Ya basta! Adiós. – Exclame por última vez y corte el teléfono.

Era mi propio padre… diciéndome esa clase de palabras. Es que por momentos no creía que existiera un padre como el, tan malo conmigo. Yo no podía ser más de lo que era. Todo lo que tenia era por mi propio esfuerzo. ¿Realmente debería sentirme una inútil? Creo que no. Pero eran las palabras de mi padre… y como son de el me dolieron y me lastimaron… demasiado. Necesitaba una familia más presente. Aunque ya dudaba de esto. Había aprendido a vivir y depender de mí desde que tengo catorce años. Y creo que lo estoy haciendo bien.

Al terminar la conversación con mi padre, salí fuera del baño, con lágrimas en los ojos. Tenía muchas ganas de llorar a solas, pero en ese preciso momento no podía hacerlo. Joseph estaba allí, frente mío y lo noto.

Narra Joe:

Observe su rostro y note las lágrimas, además de su expresión de tristeza. Me sentía horrible al ver a una mujer así, y no podía evitar preguntar que le sucedía y ofrecerle mi ayuda. Me acerque aun más hacia ella, para que sintiera que podía confiar en mí.

-¿Todo esta bien Ally? – Pregunte preocupado.

-Si… no te preocupes. – Dijo al mismo tiempo que quitaba sus lágrimas.

-Ally… estas llorando. – Mencione.

-No te alarmes. Es algo personal. – Comento.

-Tal vez podría ayudarte… confía en mí. – Exclame tranquilo.

-No es algo grave Joe… solo discutí con mi padre y dijo cosas que me lastimaron. Solo eso. – Conto intentando evitar el llanto.

-Lo siento Ally. Pero a veces los padres cuando están enojados, dicen cosas sin pensar. Tal vez fue eso. – Dije.

-Si, lo se Joe. Muchas gracias. – Contesto con una leve sonrisa en su rostro.

No respondí con palabras. Pero la abrace. Podía percibir que necesitaba un abrazo de alguien. Sentí su aroma aun más de cerca… y era tan placentero. Acaricie su cabello suave con mis dedos y la sostuve cerca mío tan solo por unos segundos. Fue inexplicable… ese abrazo nos unió aun más.

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