lunes, 28 de febrero de 2011

Capitulo 23.


Capitulo 23:

Narra Allison:

Sentía un dolor en mi brazo, como si alguien estuviera presionándolo brutamente. – ¡Suéltame Brandon! – Grite en medio de la noche. Y luego comprendí que todo era una inútil pesadilla. Aunque había sido bastante real. Tenía lágrimas en los ojos, mi respiración estaba acelerada, y podía recordar perfectamente mi daño en el brazo. Al instante de despertar de mi intensa pesadilla, escuche la voz de Joe.

-¿Ally estas bien? – Pregunto preocupado.

-Si. Fue solo una pesadilla. – Respondí para tranquilizarlo.

-Linda, estas temblando. – Dijo acariciando mi cuerpo con suavidad.

-Es que fue horrible. – Exprese y di un suspiro.

Joseph me abrazo cálidamente, y luego beso tiernamente mi mejilla.

-Tranquila. No pasa nada, linda. – Susurro.

Yo sonreí y me aferre a su cuerpo. Y así logre dormirme con más calma. Definitivamente, en paz. Al día siguiente, al despertar, desayunamos juntos y estuvimos hablando sobre lo que haríamos. Finalmente decidí volver a intentarlo, cueste lo que cueste. Sabía que podía hacerlo. Así que preparamos todo lo necesario, y Joe me acompaño hasta la pista de entrenamiento. Allí estaba Caitlin que me recibió con un gran abrazo.

-¡Ally! Es un gusto volver a verte por aquí. – Dijo.

-Gracias. Estoy contenta de volver. – Exprese sincera.

-Tenemos mucho que practicar. – Indico.

-Sobre eso quería hablar. – Dije. – Volveré a practicar, pero no sé si quiero ir a la competencia. Como ves, estoy ciega. No quiero que los jueces sientan lastima por mi. – Exclame algo triste.

Un silencio incomodo quedo entre nosotras, pero Joe lo interrumpió.

-¿Lastima? No lo creo. Nadie sabe que estas ciega. Y puedes disimularlo muy bien. Todo saldrá perfecto, Ally. Confía en mí, en nosotros. – Propuso Joseph.

-Creo que tu novio tiene razón, querida. – Acoto mi entrenadora.

Entonces volví a retomar la idea de competir. Lo pensé unos minutos y luego supe que podría hacerlo con dos personas como ellos a mi lado. Joseph me abrazo fuertemente y me dijo unas palabras tiernas al oído. Era asombroso tener todo su apoyo, y que me aliente a seguir lo que más quiero.

Luego de hablar un poco sobre lo que haríamos, me senté en una silla para destinarme mis patines. Joseph me ofreció su ayuda, pero dije que podía hacerlo sola. Y tenía razón. Estaba ciega, pero las otras partes de mi cuerpo seguían funcionando a la perfección. Debía lograr ser lo más independiente posible. Me pare sobre el piso con mis patines puestos pero no podía sentir la misma confianza que antes, todavía estaba insegura. Y era normal. A pesar de que podía ver algunas luces y sombras, tenia dificultades para comenzar a patinar, no sentía que estaba lista. Al instante aprecie la presencia de Joe a mi lado. Tomo mi mano fuertemente, inspirándome seguridad. – Tú puedes – Susurro. Y me llevo a recorrer la pista.

-Tú conoces esta pista a la perfección, intenta recordarla lo más posible. Te sentirás más segura. – Dijo.

-Tienes razón. – Respondí un poco nerviosa.

-Pero tranquila. Yo te voy a guiar. Solo sigue mi voz, Allison. – Exclamo con confianza.

Y así lo hice. Seguí su voz cautelosamente, sintiendo la confianza y la seguridad que necesitaba para poder hacerlo bien. Joseph era maravilloso. Todo eso era un milagro.

domingo, 27 de febrero de 2011

Capitulo 22.



Capitulo 22

Narra Joe:

Salí de mi casa hacia la comisaria. Fui en mi coche. Cuando llegue lo estacione, baje del mismo. Ingrese al lugar y me encontré con el Sr. Stewart que me guio hacia la celda. Estaba nervioso. No sabía como reaccionaria al verme. Ni siquiera tenía idea sobre como reaccionaria yo mismo. Era una situación bastante fuerte. El lugar era horrible. Parecía que iba a caerse a pedazos. Era oscuro, triste y solitario. Era un castigo vivir ahí, me ponía nervioso ingresar, lo admito. Cuando lo ví, el policía me dejo solo unos minutos. El hombre me miro de arriba a bajo pero evito mirarme directamente a los ojos y finalmente poso dándome la espalda. Sentí vergüenza, lo sabia.

-Tu debe ser Joseph Jonas. – Musito.

-Tú lo dijiste. – Mencione. – Usted es el asesino de mi padre. – Dije.

-Y tú el novio de mi hija. – Acoto.

-No vine acá para hablar de Allison. – Comunique.

-¿Cómo esta mi hija? – Pregunto en tono de preocupación.

-No sé si se entero pero esta ciega, no puede ver nada. Y esto es difícil para ella, esta mal. – Conté.

-Cuídala. – Pidió. Hablaba cortante y entre silencios.

-¿Por qué mato a mi padre? – Pregunte finalmente. ´

-El me descubrió. Pero fue un error. No debía haberlo hecho. Pero ya es tarde… demasiado tarde. Voy a pagar por lo que hice. – Expreso.

-Es lo correcto. – Concluí. Pero antes de irme volvió a hablar.

-Cuida a Allison. Ella no es como yo. Es una mujer hermosa. – Exclamo fríamente.

-Lo sé. – Dije y finalice nuestra indiferente conversación. Era un alivio ya no estar ahí.

Al regresar a casa, me tope por casualidad con la entrenadora de Allison. Su nombre era Caitlin. Me pregunto por Ally, y le conté todo lo que había sucedido. Definitivamente, le cambio la cara. No era una buna noticia la que le estaba contando. Pero ella si traía una buna para comunicarnos. Me anuncio que Allison, era una de las 4 finalistas para la gran competencia en dos meses. Al principio lo pensé. Pero luego me di cuenta que seria bueno para la salud de mi novia, que volviera a practicar lo que más amaba. Se que estaba ciega. Pero yo podría ayudarla, ella era capaz de hacerlo si centraba todo su esfuerzo en eso. Entonces le dije a Caitlin que la llamaría luego de que lo hablar con Allison.

Al llegar a casa, ella estaba acostada. Había estado llorando. Lo percibí al ver sus ojos diferentes, y su rostro húmedo.

Narra Allison:

Sentí que Joe estaba a mi lado. Y busque su rostro con mis manos, para acariciarlo. Luego lo abrace suavemente.

-Joe… ya estas aquí. – Dije.

-Si, linda. Estuve con tu padre. El… me pidió que te cuidara. – Contó Joseph.

-No quiero saber sobre el, en serio Joe. – Exclame sincera.

- Esta bien, linda. Ah, y otra cosa, me encontré con Caitlin, tu entrenadora. Me dijo que eres una de las cuatro finalistas para la última competencia. – Expreso.

-Joe… sabes que no puedo hacerlo. – Dije con tristeza.

-Yo creo que sí. – Afirmo el.

-No lo sé… es tan… difícil.- Dude.

-Pero ni imposible mi amor. Hagamos algo… prométeme que al menos vas a pensarlo. Te haría muy bien volver a patinar. – Exclamo entusiasmado.

-Ok… te lo prometo, Joe. – Respondí con total seguridad. Y sonreí levemente.

Se que Joseph tenía razón. Realmente me haría bien patinar, volver a ponerme esos patines que estaban esperando por mí. Era una gran pasión que no quería dejar de vivirla jamás. Además una gran manera de relajarme, y olvidarme un poco de lo duro que habían sido estos últimos tiempos para mí. Y si de algo hoy estoy agradecida, es de tener a una persona como Joe. El es increíble. No puedo pedir más de el. Me ama, me apoya, me alienta, me cuida, y me hace reír cuando menos lo espero. Así que ahora, aunque mis ojos ya no puedan ver, sigo sintiendo al mundo, y tengo el deseo de ser feliz como sea. Solo queda intentar luchar por mis ilusiones, y cumplirlas sea como sea, se que sigo en este mundo solo por Joe, y por mis sueños.

¡HOLA! Como verán, estoy de vuelta. Siento MUCHO haberme tardado más de una semana en subir la novela, pero voy a ser sincera con ustedes. Fue una semana rara, por algunas cosas personales que me pasaron, y cuando intentaba escribir el capitulo, me sentía "tildada" no tenia inspiración alguna, tenia mi mente en cualquier lado. Así que mil perdones, ahora volví a la normalidad, se los aseguro. Gracias por soportarme. Jaja.

EVI.


lunes, 21 de febrero de 2011

Capitulo 21.


Capitulo 21:

Narra Joe:

Al fin podíamos volver a USA. Estábamos un poco más tranquilos después de todo lo que había sucedido en los últimos días. Sabía que al volver debería enfrentar mil y un problemas que se presentarían, pero nada iba a detenerme. Mi prioridad era mantenerme al lado de Allison todo el tiempo que ella me necesitase, para lo que sea. La única forma de ayudarla era dándole todo mi apoyo, y amándola más que a nada. Se que mi madre estaba al tanto de todo esto, y no le agradaba en absoluto. Una de las tantas razones, era porque yo había realizado cosas bastantes riesgosas, y la otra seguramente era porque mi novia era la hija del asesino de mi padre. ¿Irónico, no? Se que es una diferencia bastante importante pero… ¿Qué más da? Allison no es una asesina y es una de las mejores personas que conozco, no es como su padre. Quería hablar con mi madre sobre esto, de alguna manera, y en un momento, ella lo comprendería. Como lo hicieron mis hermanos. Ellos también podrían estar enfadados o en desacuerdo conmigo, pero terminaron entendiéndome. No son solo mis hermanos, si no también mis mejores amigos. Pero luego podre hablar sobre esto, ahora volvamos al comienzo…

Llegamos a USA, y me instale nuevamente en mi acogedora casa. Pero esta vez junto a Allison. Estaba un poco débil por todo lo que había sucedido y solo atino a descansar en la cama. No la quería ver triste, pero así estuvo, durante una semana. Intentaba pensar algo para cambiar su estado de ánimo, pero no se me ocurría nada por el momento. Justamente, estaba tramando algo, cuando llamaron desde la comisaria.

-Hola. – Atendí el teléfono.

-Buenas tardes. ¿Hablo con Joseph Jonas? – Pregunto una voz desconocida.

-Buenas tardes. Si, soy Joseph. ¿Quién habla? – Respondí.

-Soy el comisario Stewart. Quería comunicarle que ya encontramos al asesino de su padre. Lo tenemos aquí en una celda. – Contó.

-¿Podría ir a verlo en una hora? – Pregunte. – Tengo un par de preguntas para realizarle. – Acote.

-Ok. Lo estaré esperando. – Concluyo.

Finalmente habían hallado al fugitivo. Me sentiría mejor cuando se hiciera justicia por mi padre. Pero a la vez tendría una mala sensación por Allison. Creo que a ella la lastimaría todo esto de alguna manera. Pero ella confiaba en mí, y yo quería ser absolutamente sincero con ella, sin ocultarle nada. Así que decidí comunicarle la noticia, y lo que sucedería en los próximos días.

Subí al cuarto y estaba allí. Tirada sobre la cama. Me senté a su lado y bese su mejilla. Ella me regalo una pequeña y dulce sonrisa. Luego sostuve su mano y comencé a hablar.

-Ally, acaban de llamarme de la comisaria. – Dije.

-¿Qué sucedió Joe? – Pregunto extrañada.

-Tu padre…. Encontraron a tu padre. El ya esta preso. – Conté algo nervioso.

Ella se desconcertó por un momento. Ni siquiera podía ver sus ojos. Tenía la mirada perdida. Y una lagrima cayo por su mejilla, pero la quito rápidamente.

-Ally, se que es duro todo esto para ti. Me duele verte así, pero… - Mencione acariciándole el cabello. Y ella interrumpió.

-Pero nada Joe. Mi amor, te entiendo perfectamente. A ti te duele mucho más todo esto. Tú perdiste a tu padre, yo todavía lo tengo aquí. Y cometió un gran error, y debe pagar por el como todos. Así es la vida. No te preocupes por mi, haz lo que tengas que hacer, yo estaré bien. - Exclamo conmovedora y sonrió levemente al concluir sus palabras.

-Gracias, bonita. Eres lo mejor que hay. – Dije y la abrase fuertemente. – Ahora debo ir a hablar con tu padre. ¿Quieres venir? – Propuse.

-Joe tienes todo mi apoyo, pero no quiero verlo a el. En serio lo digo. – Contesto.

-Esta bien Ally. Quédate aquí, descansa, yo volveré rápido, lo prometo. – Dije dulcemente y le di un beso en la frente.

Narra Allison:

Joe era todo lo que tenía ahora, y lo que más amaba. El tenía mi apoyo en lo que sea que hiciera. Mi padre es mi padre, pero ya no soy una niña, y se que en la vida todos las cosas malas tienen su precio. Solo pido que pueda tomar conciencia de todo lo que hizo, y aprender algo allí adentro. No sé cuanto tiempo estaría allí, pero entre nosotros ya no había vínculos. Solo llevábamos la misma sangre, y bueno, conservaba el cariño por el en el fondo mi corazón.

domingo, 20 de febrero de 2011

Capitulo 20.


Capitulo 20:

Narra Joe:

Lo único que quería era lo mejor para Allison. Pero me preguntaba todo el tiempo que sucedería con todo lo demás. Es muy difícil esta situación. Mi padre fue una persona excelente y quiero hacer justicia por el. Y el padre de Ally en fin… es su padre. Y ella no desea verlo mal, estoy seguro. Por esas razones me costaba decidirme que iba a suceder con todo. Pero de todas maneras, el asesino de mi padre esta prófugo, esta suelto. Y quiero encontrarlo. Se que Allison va a comprender esto. Aunque quiero ser cuidadoso. Esta en un estado muy delicado, y no la quiero llenar de noticias. Ya no quiero que se haga problema por nada. Solo que se enfoque en ella y su recuperación, quiero que este verdaderamente bien. Estaba a su lado. Había cerrado sus ojos para descansar. Así que me retire de la sala, y fui hablar rápidamente con Kevin para preguntarle si tenía los resultados de los estudios.

-¿Cómo esta todo hermano? – Pregunte con ansias.

-Creo que estará bien en un tiempo. Lo más probable es que en unos meses recupere la vista. Pero también hay posibilidades de que no suceda, y que quede ciega toda su vida. Pero hay que tener fe ahora. – Contó Kevin.

-Tengo fe en Allison. Ella es fuerte, y saldrá adelante lo sé. – Exclame con seguridad en mis palabras.

-Así se habla Joe. – Acoto Kevin.

-Ahora quiero llevármela de aquí. Quiero ir a casa con ella, allí estará más a gusto. Este lugar es deprimente. – Dije.

-Entonces no te preocupes. Me ocupare de todo para que esta tarde podamos volver. – Indico.

-Gracias. – Dije. Ahora volveré con Allison. – Concluí.

Y me dirigí con Kevin hacia donde ella estaba. Cuando llegue, me encontré con la gota que rebalso el vaso. Brandon estaba allí. Pero una de las enfermeras le impedía el paso hacia donde estaba Allison. ¿Qué diablos hacia allí? Me pus furioso al instante.

-Tu… ¿Qué diablos haces aquí? – Pregunte enojado.

-Vengo a llevarme lo que es mío. – Exclamo.

-Oye, acá nada es tuyo. Vete ahora mismo. – Dije enfurecido.

Era injusto que el estuviese de pie, y en buen estado. Mientras que Allison había perdido la vista por su culpa. Quería desquitarme, tenía mucha bronca.

-Voy a entrar. – Advirtió y atino a abrir la puerta.

Antes de que pudiera hacerlo me acerque y lo empuje. Su cuerpo reboto sobre una de las paredes de allí. Intento golpearme pero yo lo hice primero. Entonces Kevin se interpuso en la pelea intentando ponerle fin.

-No te acerques a ella. Si esta así es pura y exclusivamente por tu culpa, idiota. – Exclame casi a los gritos. Mi respiración se había acelerado un poco.

Pero el parecía no darse por vencido. Aunque no le sirvió de nada seguir intentándolo, pues la seguridad de aquella clínica lo saco de inmediato. Kevin solo pretendía tranquilizarme.

-Hiciste bien en detenerme Kevin. Iba amatarlo. – Dije.

Luego de aquella idiota situación, volví con Allison. Ella ya no dormía.

-¿Cómo te sientes? – Pregunte.

-Mal – Respondió seca. –No puedo ver nada. Y esto puede durare toda mi vida. – Acoto.

-Pero hay muchas probabilidades de que vuelvas a ver. – Dije. – Quédate tranquila.

Narra Allison:

La gente, los médicos, y hasta Joseph pretendían que yo estuviera tranquila. ¿Cómo querían eso? Estaba ¡ciega! No veía absolutamente nada. No quería salir de la cama porque no podría observar el camino, el sol, o a las personas. Era una situación terriblemente desesperante. Y además los estudios eran bastante inexactos, ya que lo único que comunicaban era que podía durar toda mi vida, o no. Era horrible. Una maldita sensación que no se la deseo a nadie. Y por sobre todo esto, estaban mis demás problemas. Mi padre y su tema con la justicia. Era mi padre y lo quería a pesar de todo. Pero tengo la mente muy abierta y creo que las personas deben pagar por lo que hacen. En este caso, es necesaria la justicia. Mi papá debía ir preso y pagar por todo el daño que hiso. Aunque me doliera en los más profundo de mí ser, admitirlo.

-Joe… perdóname por tratarte así. Solo te pido que me entiendas un poco. Todo el mundo quiere que no me altere y me sienta tranquila, y no puedo. Es horrible todo esto. – Exclame entre lágrimas.

-Ally lo siento. Es que estoy agotado y no pienso bien las cosas. Entiendo si te sientes mal. – Dijo. – Pero cuentas conmigo en lo que sea. No importa nuestras diferencias. Yo te prometo que voy a estar contigo siempre, te voy ayudar a salir adelante. – Expreso tiernamente.

Solo atine a regalarle un gran abrazo. Era satisfactorio que Joe me ofreciera su ayuda. Se que a partir de estos momentos comenzaría una vida totalmente distinta, ahora no podía ver. Pero con Joseph a mi lado, todo seria diferente. Era la luz de mi vida. Sus ojos… eran los míos. Y solo podía ver atreves de el.

sábado, 19 de febrero de 2011

Capitulo 19.


Capitulo 19:

Narra Joe:

El tiempo era interminable. No quería despegarme del lado de Ally, y sostenía su mano todo el tiempo. Al menos Kevin estaba allí para hacerme compañía y conversar un poco. Ya estaba amaneciendo. Mi hermano fue en camino a buscar algo de desayunar. Y yo quede solo allí, junto a Allison. Me sorprendí al ver que su mano se estaba moviendo. Y la presione un poco más para que sintiera que yo estaba ahí. Ya que no podía ver por las vendas en sus ojos. En tan solo un instante hablo.

-Joe ¿eres tú? – Pregunto confundida.

-Si Ally. ¿Cómo te sientes? – Cuestione.

-Me duele mucho la cabeza. Y Joseph, no veo nada. – Exclamo dolida.

-Tranquila, es porque tienes tus ojos vendados. Te golpeaste fuerte sabes. Pero le medico me dijo que estarás bien. – Conté. Estaba sonriendo, pero ella no podía verlo.

-¿Hace cuanto que estoy aquí? – Pregunto.

-Tal vez unas diez horas. Yo me mantuve a tu lado todo el tiempo. Nunca me fui de aquí. – Mencione.

-Eres tan dulce Joe. De verdad gracias. – Exclamo y me acerque a darle un breve per dulce beso en sus suaves labios.

Luego hablamos un poco, y volvió a quedarse dormida. Tenía que descansar. Salí fuera de la sala, y fui hasta la cafetería a comer algo rápido. Ahora si había vuelto mi apetito. Me sentía más tranquilo. Sabía que Allison estaba bien. Y cuando regrese, me encontré con Kevin. Dijo que ya podría quitarle la venda a Ally. Así que entramos.

Narra Allison:

Joseph estaba a mi lado, y sostenía mi mano como siempre lo hacia. Me sentía mejor así. Y Kevin comenzó a quitarme las vendas que rodeaban mi cabeza. Primero saco la primera capa, y luego la segunda y finalmente la tercera. Abrí mis ojos lentamente, pero me encontré con un disgusto demasiado grande. Me alteré. No podía ver absolutamente nada. Todo lo que veía era oscuridad, y nada más que la maldita oscuridad.

-Joe… Joe ¡No puedo ver! – Exclame al borde de la desesperación.

-Ally ¿Cómo que no puedes ver? – Pregunto confundido.

-No lo sé. Joe no veo absolutamente nada. – Dije alterada.

-¿Qué esta pasando Kevin? ¿Por qué no ve? – Cuestiono Joe preocupado.

-Lo siento chicos. Allison, recibiste un golpe muy fuerte en tu cabeza, y eso podía provocarte cualquier cosa. Haremos unos estudios para comprobar que esto no sea de por vida. Lo más seguro es que solo dure poco tiempo, así que trata de estar tranquila. ¿Si? – Indico Kevin.

Le creí. El era un medico profesional, confiaba en el, me estaba diciendo la verdad. Igualmente seguía asustada por todo lo que estaba sucediendo. No quería seguir allí internada. Y además, ahora tenia un problema más… mi ceguera.

Sentí a Joseph sentarse a mi lado. Esta vez me acaricio suavemente el rostro. Levante mis manos lentamente y busque el suyo para recorrerlo lentamente y sentirlo. Lo acaricie y una lagrima cayo por mi mejilla. Deseaba verlo. El me quito las lágrimas con mucha delicadeza y poso su mano sobre la mía.

-Sabes, todo esto es culpa mía. No debí permitir que subas con Brandon. Perdóname, por favor. – Murmuro Joe con tristeza.

-Shh shh… - Dije para que callara. – Esto no es tu culpa. – Exclame sincera.

-Es que Ally… odio verte así. Lo único que hice fue hacerte mal… - Dijo.

-Joe, eres lo mejor que tengo. Tú y patinar es lo único que me hace bien en este mundo. – Exprese entre lágrimas.

Sentí la respiración de Joseph muy cerca, y la manera con la cual rozaba sus labios sobre los míos. Lo bese. Hacer eso me hacia despegarme de todos mis problemas por tan solo unos cortos minutos. Pero definitivamente me hacia bien. Joe me sostuvo entre sus brazos y me presiono con firmeza y delicadamente sobre su pecho. Nos mantuvimos así unos minutos. Quería decirle a gritos, cuanto lo amaba…

viernes, 18 de febrero de 2011


Capitulo 18:

Narra Joe:

No solo estaba triste. Además me invadía la culpa. Si yo la hubiera escuchado cuando la debía escuchar, y nunca la hubiera dejado ir, nada de esto hubiese ocurrido. ¿Pero cual es la única solución ahora? Seguir adelante y luchar con lo que venga. Se que algo bueno nos espera al final de toda esta oscuridad. Ya tenia que dejar de llorar. Yo siempre fui alguien fuerte, debía seguir peleando por Allison. Se que ella saldría de todo esto, y se recuperaría. Finalmente tome las fuerzas suficientes, seque mis lagrimas, y conduje hasta la clínica donde estaba ella. Entre y había un par de secretarias que me preguntaron a quien buscaba. Les dije, y afortunadamente me dejaron ir hasta el pasillo donde estaba ella. Quise entrar a la sala, pero una enfermera me detuvo.

-Lo siento. No puede ingresar ahora. Los médicos están trabajando. Puede esperar aquí sentado, y luego uno de los médicos hablar con usted. – Indico.

-Ok. – Respondí cortante. No tenía ganas de hablar.

Espere unas tres horas sentado allí. Se hacia eterno, y lo digo enserio. Solo bebí un café. Los nervios actuaban todo el tiempo y no tenia nada de apetito. Solo quería mantenerme despierto hasta ver a Ally. Finalmente, después de una larga e interminable espera, un doctor salió de allí.

-Hola… ¿usted es…? – Pregunto confuso.

-Soy Joe Jonas. El novio de Allison. – Me presente extendiendo mi mano.

Me autocalifique como su novio. Se que es lo que ella quería que fuese, y lo que yo quería ser para ella. Mi novia, su novio. Dos personas que se aman… ¿Se entienden, no?

-Es un gusto Joe. Siento mucho lo que acaba de suceder. Pero tienes que saber que lo más probable es que Allison se recupere pronto. Solo hay que tener un poco de paciencia y fe. Ella estará bien. – Explico el medico calmo.

-¿Pero que es lo que tiene? – Cuestione.

-Se golpeo fuertemente su cabeza, y bueno, algunas heridas que no muy graves. – Manifestó.

-Bueno. ¿Puedo entrar a verla? – Pregunté apresurado. No podía esperar a contemplarla.

-Claro que si. – Afirmo el medico. Y de inmediato ingrese a la sala.

La mire. Se hallaba acostada en una camilla. Estaba conectada a varios cables que no entendía cual era su función. Y estaba vendada desde sus ojos hacia arriba. Era horrible verla así. No podía soportar que ella estuviese en ese estado. Se que el doctor dijo que estaría bien. Pero verla entre esos cables y eses vendas, asusta y solo me transmite una mala sensación. Pero lo que más deseaba en ese momento era que Allison despertar y abriera sus ojos. Solo pedía eso.

Estaba agotado, y me senté en una silla a su lado. Lo más cerque posible. Tome su mano delicadamente y la bese.

-Estarás bien, linda. Y te prometo que vas a ser la mujer más feliz del mundo. – Susurre y mis ojos se cristalizaron por completo.

Pose mi cabeza sobre la camilla, y me quede completamente dormido. Desperté al cabo de dos horas, cuando sonaba mi celular. Era Kevin. El ya estaba en México, y solo preguntaba la dirección de la clínica. Le indique donde era, y en unos veinte minutos ya estaba a mi lado.

-¿Cómo estas, Joe? – Dijo dando una suave palmada en mi espalda.

-Como puedo. Solo quiero que este bien. – Dije.

-¿Qué te dijo el medico de aquí? – Pregunto.

-Que estará bien. Que nada es muy grave. Que solo golpeo fuertemente su cabeza – Conté.

-Ok. Tranquilo hermano. Cuando despierte la veré ¿si? - Exclamo intentado calmarme un poco.

-Gracias por estar aquí, de verdad necesitaba una mano ahora. – Mencione agradecido.

-No tienes nada que agradecerme. – Contesto. – Iré por dos cafés. – Indico y se fue hacia la cafetería.

Siendo lo más sincero posible, puedo jurar que doy todo de mí por Allison y por verla bien. Sonriendo. Como siempre lo hacia. Con esa voz dulce. Con su gran sentido del humor. Con sus manos cálidas y sus besos apasionados. Estar con ella me hacia sentir más vivo. Quería hacerla feliz realmente.

jueves, 17 de febrero de 2011

Capitulo 17.


Capitulo 17:

Narra Joe:

Obviamente, no me quedaría de brazos cruzados como Brandon pensaba. No permitiría que se lleve a Allison con el y la vuelva a capturar otra vez. Así que corrí hasta mi auto, y comencé a seguir a Brandon que conducía otro coche. La intensidad corría por mis venas. Parecía parte de una película de acción. Pero no todo era eso. También temía por Ally. No tenia idea que podía llegar a cruzarse por la mente de Brandon en estos momentos. Era un problema que solo traía más y más inconvenientes. Pero no pensaba bajar los brazos tan rápido. No iba a detenerme, hasta tener a Allison nuevamente conmigo, y sacarla de todo ese desastre peligroso.

Al comienzo, íbamos conduciendo tranquilos. Pero creo que Brandon noto que los estaba siguiendo y aumento su velocidad. Ahora si quería gritarle que se detuviera o al menos disminuyera. Era demasiado aventurado transitar así, y sobre una ruta tan peligrosa. –Demonios. Este hombre es un idiota. – Pensé para mis adentros. Parecía que el no pensaba detenerse nunca.

Narra Allison:

Brandon conducía demasiado rápido. Tenía miedo. Estaba haciendo algo muy delicado. Ir a esa velocidad, transitando una ruta complicada. Solo rezaba porque se detuviera antes de que algo malo sucediese.

-Brandon, por favor ¿podrías ir más despacio? – Pedí estúpidamente. Pues sabía que no me daría atención.

-¿Para que quieres que disminuya? ¿Acaso quieres que tu tonto noviecito nos alcance y te salve? – Cuestiono desafiante.

-Brandon déjame ir. Sabes que yo no hice nada malo, por favor. – Dije rogando. Pero el se negó.

-No puedo hacer eso. No hasta que tu padre entregue todo lo que nos debe a mi familia. – Exclamo maldito.

Guarde silencio. Era inútil seguir insistiendo a Brandon. Pues no me dejaría libre de ninguna manera. Por momentos tenia impulsos de arrojarme por la puerta del automóvil, pero eso solo empeoraría las cosas. Seria estúpido. Joseph continuaba siguiéndonos a todo momento. No iba a detenerse hasta no tenerme junto a el nuevamente. En un abrir y cerrar de ojos, Brandon enloqueció. Parecía un desconocido. Tenía algo así como una crisis nerviosa. Y acelero hasta lo imposible, y comenzó a conducir sin precaución y a gritarle insultos a Joseph.

-¡Diablos! Maldito Jonas. No dejare que nos alcance, no, no voy a dejar que el idiota nos detenga – Exclamo a los gritos adentro del coche.

Yo lo observaba de reojos asustada. Intente calmarlo un momento pero todo fue peor. Solo me empujo contra la puerta brutalmente. Baje la mirada esperando que se calmara. Pero continuaba igual. Al instante percibí la mala sensación. Mire hacia el frente y dos fuertes luces encandilaban mi s ojos cristalizados. Sentí un fuerte golpe y como el remolque se movía brutalmente. Y luego me perdí en la oscuridad de la inconsciencia.

Narra Joseph:

Esto era solo lo que le faltaba a esta película de acción, que ahora se convertía rápidamente en una de terror y sufrimiento. Quede en shock por un segundo mientras detenía mi auto a un costado de la ruta. Y observaba como un camión había impactado sobre el auto donde estaba mi Allison. Salí rápidamente de mi automóvil, y corrí hacia a donde estaba el coche de Brandon. Había algunas personas alrededor, mirando el incidente. Me acerque lo más posible. Allison estaba allí inconsciente. La peor parte del accidente le había tocado a ella. Ya que Brandon estaba totalmente despierto, solo con algunas heridas. Y tuve ganas de golpearlo. Pero me contuve.

-¡Llamen a una ambulancia, por favor! – Pedí desesperado. Y me empeñe a sacar a Allison de allí adentro.

La tuve entre mis brazos por un momento. La observe. Estaba lastimada. Tenía pulso pero estaba inconsciente.

-Ally, te prometo que vas a estar bien. – Fue lo único que dije. Deje un beso en su frente y derrame algunas lágrimas. Pero al instante llego una ambulancia, y la llevaron allí.

Sentí una inmensa impotencia al ver a Brandon, de pie, subiendo a otra de las ambulancias. ¡El estaba completamente bien, y ella no! ¿Cómo podía ser la vida tan injusta? Al parecer, el me vio, y me sonrió ganador. Ahora si iba a matarlo. Corrí hacia el, empeñado a romperle el rostro. Pero algunos policías me detuvieron.

-¡Voy a matarte, te lo aseguro! – Grite con mucha bronca.

Los policías me empujaron de aquel lugar, y estaba obligado a volver a mi auto, e irme. Llegue y le di un golpe al coche. Era inútil. Pero necesitaba desahogarme de alguna manera. Estaba desesperado. Además de que no podía confiar en nadie de allí, ya que no conocía nada. Entre a mi automóvil, y tome mi teléfono celular que estaba ahí. Marque el número de mi hermano, Kevin, y lo llame de inmediato.

-Kevin… - Dije débil.

-Joe. ¿Qué sucede? – Pregunto preocupado.

-Allison… Ally esta… lo siento, es que Ally tuvo… tuvo… - Dije tartamudeando. No podía hablar.

-¿Joe estas bien? ¿Qué le paso a Allison? –Cuestiono Kevin un poco alterado.

-Si, yo estoy bien. Es que Allison tuvo un accidente de transito. No sé como esta, pero necesita que vengas. – Mencione todo de una sola vez resistiendo las lágrimas que desbordaban.

-Joe, quédate tranquilo. Tomaré el primer vuelo a México y estaré allí en unas horas. ¿Ok? Te llamo - Indico Kevin.

-Gracias. – Concluí. Y finalice la llamada.

No podía conducir en ese estado. Quería dejarme caer. Allison estaba mal. Pose mis brazos en el manubrio y agache la cabeza. Cerré mis ojos fuertemente intentando despertar de aquella pesadilla. Pero no lo era. Era la completa y absoluta realidad. Entonces lloré. No quería que nada más le sucediera a Allison.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Capitulo 16.


Capitulo 16:

Narra Joe:

Conduje mi auto tras la dirección correcta. Y unas pocas cuadras antes, lo estacione allí, para impedir que notaran mi presencia. Y comencé a caminar por aquellas calles completamente vacías. Finalmente encontré el lugar indicado. Era un campo cubierto de arbustos y plantas, y a lo lejos podía observar la vivienda. Comencé a acercarme. Al principio dude sobre lo que iba hacer, tenia que ser sumamente cuidadoso, pues no sabia con lo que podía llegar a encontrarme. Pero al fin, me arriesgue y me adentre en la casa. Al comienzo, no había rastros de personas. Hasta que me acerque a una de las puertas, que ocasionalmente estaba cerrada, ya que escuchaba algunos ruidos y como si alguien llorase. Posé mi oído sobre la puerta, para oír más. En ese instante sentí que la persona detrás de la puerta era Allison.

-Allison ¿eres tú? – Pregunte.

-¿Joe? – Dijo la voz del otro lado de la puerta.

-Si Ally, soy yo. Te voy a sacar de aquí. Solo dame unos minutos. Intentare abrir. – Exclame mientras luchaba contra la cerradura de la puerta.

Pero se hacia imposible esa lucha. Debía buscar las llaves o algún instrumento que me sirviera para abrir la maldita puerta.

-Joe ¿aun sigues ahí? – Pregunto casi desesperada.

-Tranquila, estoy buscando algo para abrir. – Dije intentando calmarla.

Halle un manojo de llaves, y otra vez hice el intento. Afortunadamente una de ellas me sirvió, era la correcta. Y me permitió estar con Allison, nuevamente. Al verme, se abalanzo directamente hacia mis brazos, y la abrase con fuerza, para no soltarla jamás. Era hermoso tenerla de esa manera.

-Linda. Estas bien. Estaba muy preocupado. – Dije aliviado y luego besé su frente.

-Joseph es horrible esto, me quiero ir de aquí ahora mismo. – Pidió.

-Cálmate Ally, nos vamos a ir ahora mismo. – Contesté.

Narra Allison:

Cuando note que Joseph estaba allí, fue un gran alivio. Como una especie de héroe que vino a salvarme. Era muy especial. Significaba más que mucho para mí. No podía creer que el estuviese allí, conmigo. Para liberarme y sacarme de todas esas cosas malas.

Salimos de la casa con nuestras manos entrelazadas. Era consiente de que estábamos escapando del peligro, pero era completamente lindo caminar o correr de esa manera con el, a su lado.

Los dos teníamos nuestra vista puesta adelante, observando hacia a donde nos dirigíamos. Percibí la presencia de alguien detrás de nosotros, más precisamente detrás de mí. Quise alertar a Joe, pero el sujeto me gano de antemano. No era nadie desconocido. Era Brandon. Me causaba miedo su presencia, y hasta el pronunciar su nombre. No me dio tiempo para defenderme, y me tomo fuertemente por detrás, cruzando su brazo en mi cuello.

-¿Qué haces? ¡Suéltala ahora mismo! – Exclamo Joe a los gritos mientras se aproximaba para voltear a Brandon.

-Aléjate de aquí, o la mato. – Advirtió Brandon, sacando un arma de fuego de su bolsillo izquierdo, y apuntándome directamente a mi cabeza.

Tenía miedo, y miraba todo con mis ojos que solo relejaban el temor. Estaba en shock, temblando.

-Espera Brandon. Tranquilízate por favor y baja el arma. – Pidió Joe. – Podemos hablar esto. – Dijo intentando calmarlo.

-¡No lo hare! Creo que no has oído bien. O te vas de aquí, o la mato, tú eliges. – Exclamo mientras presionaba aun más fuerte mi cuello. Yo emití un gesto de dolor.

-¡No la lastimes! Déjala ir. Pídeme lo que quieres, te lo daré. Pero a ella no le hagas daño, déjala. – Ordeno Joseph. Pero Brandon no iba a seguir sus mandatos. Estaba empeñado y decidido a llevarme con el. Quiera vengarse o tan solo tenerme, hasta que mi padre les pagase todo lo que les debía.

-Me la voy a llevar. No te acerques, porque disparo ¿entendiste? – Exigió a Joe.

Brandon estaba repleto por la ira. No escuchaba absolutamente nada de lo que Joe decía, estaba segura. Pues solo quería llevarme a mi con el.

-No voy a dejar que la lleves contigo – Insistió Joe y se acerco aun más a nosotros.

-Aléjate o la mato. – Advirtió Brandon nuevamente.

Finalmente subí al coche de Brandon. Debíamos seguir sus órdenes. Si no, todo saldría realmente mal. Y no deseábamos eso.

martes, 15 de febrero de 2011

Capitulo 15.


Capitulo 15:

Narra Allison:

Maldito es el pasado de mi padre. Ahora todas aquellas consecuencias que el mismo debió pagar, caen sobre mí sin piedad alguna. Pensé que un padre quiere lo mejor para su hija, no es agradable estar encerrada en una habitación, siendo prisionera de sujetos que privan tu libertad. Deseo que mi padre hagas algo con respecto a todo esto, pero solo le importa una cosa en todo el mundo: el mismo. ¡Quiero irme de aquí! Quiero volver a ver a Joseph y no soltarme de su lado, jamás. Pensar en Joe era lindo. Sonreía al recordar los hermosos momentos que vivimos juntos, se que no fueron muchos, pero todos eran grandes y tenían demasiado significado para mi. Aunque a la vez, me deprimía completamente. Tenía temor de no volver a ver a Joseph nunca más en todo mi vida.

Con respecto a aquella habitación donde me hallaba capturada, no había más que una cama, un espejo, y una ventana totalmente cubierta de trabas y maderas que impedían la salida. Parecía un calabozo.

Pasaron dos días allí adentro. Todo se hacia eterno, era monótono y totalmente aburrido. No podía dejar de pensar en Joseph, y llorar porque ya no le interesaba, o al menos eso parecía. Estaba completamente destruida y desbordando lagrimas todo el tiempo.

Narra Joe:

Si podía definir o explicar como era mi vida en ese momento, sería corto. Estaba completamente adentrado en una oscuridad total, que no me dejaba desasearme de ella, sin tener a Allison conmigo. No sé si entendieron lo que acabo de decir. Pero simplemente todo estaba mal sin ella. La necesitaba. Además tenía un mal presentimiento y un sentimiento de culpa que me acompañaban hasta al dormir. Tenía miedo por Allison y lo que podía llegar a sucederle allí. La deje ir con violento muchacho. Que definitivamente no es para ella. Sé que teníamos muchos temas para hablar y cosas que debían ser aclaradas, pero más allá de todo eso, necesitaba buscarla y tenerla conmigo siempre. Deseaba hacer algo por ella.

Así que no perdí más tiempo. Ya habían pasado dos días de su partida a otro país. Entonces me fui camino a su anterior casa, donde vivía junto a Brandon. Tal vez encontraba algún dato útil que me sirviese para encontrarla. Llegue a la vivienda, y forcé la puerta varias veces, hasta lograr abrirla. Si, parecía un ladrón que intentaba robar una casa. Finalmente entre allí, y comencé a revisar todos los pequeños lugares que encontraba. No tenía ninguna pista entre mis manos, hasta que hallé un cajón en la pieza de Brandon. Allí había unos papeles con datos antiguos sobre el, como su anterior domicilio en su anterior país, México. Me lleve esas cosas conmigo. Ahora me tocaba interpretar otro papel. Desempañarme en mis habilidades como detective. No tenia idea de lo que estaba haciendo.

Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos. Fui hasta mi casa, busque mi equipaje, mucho dinero, y luego fui al aeropuerto y unas largas horas ya estaba en México. Lo primero que hice al llegar, fui a alquilar un auto, para poder movilizarme cómodamente por la ciudad. Luego de que lo hice, recibi un llamado a mi teléfono. Era mi hermano Nick.

-Hola, Joseph. – Dijo.

-Si, ¿Nick? – Pregunte.

-Si, soy yo. ¿Dónde te metiste? – Cuestiono preocupado.

-¿Por qué lo preguntas? – Mencione estúpidamente.

-Tal vez porque no te encuentro por ningún lado, además de que hay problemas en la empresa, y te necesitan allí, y no estas. – Contó.

-Ok, lo sé. Pero no puedo hacerlo ahora. Ocúpate tú, solo por esta vez, por favor. Pídele ayuda a Kev, no sé, pero hazlo por mí. – Pedí.

-No tengo problemas en hacerlo. – Acepto. – Pero dime a donde estas ahora mismo. – Insistió.

-Ok, estoy en México. – Dije.

- ¿Que? ¿Estas fuera del país? Joseph eres un loco. ¿Qué estas haciendo allí? – Cuestiono entre regaños.

-Tranquilo, Allison me necesita. No puedo hablar más. Adiós hermano. – Me despedí y finalice la llama. Y al cabo, apague mi teléfono celular.

Listo. Ya tengo todo hecho aquí. Halle un lugar para dormir, tengo un auto, y ahora estoy en la parte más difícil: encontrar a Allison.

¡Hola! Estoy de vuelta. Gracias por el apoyo, y por soportarme en estos últimos días que no pude subir, culpa de matemática. Pero ya esta, ya rendí bien, y soy libre. Ahora se vienen las mejores partes de acción de esta novela. Gracias a todas por leer, y espero sus comentarios como siempre. :)

Evi.

domingo, 13 de febrero de 2011

Capitulo 14.


Capitulo 14:

Narra Joe:

Después de un romántico e increíble viaje, juntos, debíamos regresar a nuestra ciudad, y así lo hicimos. Deje a Ally en su casa, y yo volví a la mía. Cuando llegue, ordene un poco mis cosas, y luego me acosté a descansar. Hasta que sentí que golpeaban la puerta. Baje a atender, pero no encontré a nadie, solo a un sobre tirado sobre el piso. Me pareció realmente extraño. Pero tome el sobre entre mis manos, y delante del mismo decía “Para Joseph Jonas”. Lo abrí. Encontré recortes de diarios sobre el asesinato de mi padre y su acecino prófugo. Al principio no entendía de qué se trataba todo. Hasta que encontré una carta que lo explicaba todo. Ahora o comprendía y estaba totalmente desconcertado. El padre de Allison era el asesino de mi padre. Estaba prófugo y ella lo estaba cubriendo. Presione esa carta entre mi puño. No quería creerlo. Regrese adentro. Y me deje caer a mi cama, esta vez a pensar en lo que estaba ocurriendo. Estaba realmente enojado con Allison. Me mintió. No me conto nada sobre eso. Debió haberme dicho algo. Además de estar cubriendo a un asesino prófugo de la justicia, que sin embargo y después de todo, es su padre. Otra vez sentí que tocaban la puerta. -¡Diablos! – Pensé. Y baja a atender nuevamente. Era Allison.

-¿Cuándo pensabas decirme sobre esto? – Pregunte enojado.

-Joe… Joe yo iba a decírtelo. Lo siento, no podía encontrar el momento… - Dijo pero la interrumpí.

-¿Qué momento Allison? Tu padre esta prófugo. – Exclame.

-Si… lo se, pero… - Menciono y la impedí otra vez.

-¿Pero que? Allison tu lo estas escondiendo. – Dije serio.

-Si, pero Joe déjame explicarlo. – Pidió.

-No hay nada que explicar. Vete de aquí Allison. – Mencione totalmente indignado.

Ella me miro con los ojos húmedos. Pero baje la mirada. La deje ir. Se que esto iba a doler después, pero estaba totalmente bloqueado por mi enojo y mi bronca. Necesitaba hacer justicia.

Narra Allison:

Todo esto era un desastre. Sabía que viajar con Joseph traería este tipo de problemas. Brandon fue el que le dejo ese sobre allí. Era un idiota. Pensaba contarle todo eso a Joe, pero en otro momento, y no de esa manera. Ahora todo con Joe estaba completamente mal. Lo entendía. Luego de hablar con Joseph, al llegar a casa, Brandon me dijo que nos iríamos del país, a vivir con su familia, y bueno, a donde estaba mi padre. Me negué completamente al escuchar sus indicaciones. No quería irme. Pero no tenía opción. Así que ni siquiera desarme las maletas del viaje con Joe. Y nos fuimos al aeropuerto. Mi vida se estaba derrumbando, poco a poco. Quedaría en los ruinas, junto al idiota de Brandon.

Cuando estaba en el avión, aproveche el momento en que Brandon se levanto de mi lado, y llame al teléfono de Joe. El atendió.

-Joe por favor déjame hablar. – Pedí.

-Ok ¿Qué quieren Allison? – Dijo.

-Decirte que lo siento mucho Joe. Solo eso. Y espero que seas muy feliz, te deseo lo mejor Joseph. – Exclame sincera.

-Allison ¿Dónde estas? – Pregunto.

-En un avión. Me voy del país Joe. Lo siento. Debo cortar. – Mencione y termine la llamada.

Joseph insistió y volvió a llamarme. Pero yo misma puse fin a todo y apague el teléfono. Al llegar a la casa de la familia de Brandon, lo primero que hice fue buscar a mi padre. Quería decirle que se entregue. No podía soportar más todo esto. Pero no lo encontré.

-Brandon ¿Dónde esta mi padre? – Pregunte confundida.

-Lo siento Allison, el se escapo de aquí cuando mi familia se entero que tu estabas con Joe. Se suponía que solo estarías con migo. – Dijo.

-Entonces… mi padre no esta aquí. Puedo irme. – Exclame algo entusiasmada.

-No Allison. Vas a quedarte aquí hasta que tu padre nos pague a mi familia y a mi todo el dinero que nos debe por tenerlo oculto. – Conto.

-Brandon, no quiero tener nada que ver con esto. ¡Déjame ir! - Dije seriamente.

El negó moviendo su cabeza de un lado a otro, y se retiro del cuarto cerrando la puerta con llave. Yo quede allí, encerrada. ¡Rayos! Ahora si estoy en grandes problemas. – Pensé. ¿Que pasaría con migo ahora? No lo sabía. Tal vez debería quedarme toda la vida siendo la prisionera de la familia de Brandon. Todo gracias a mi padre. Mi propio padre.

viernes, 11 de febrero de 2011

Capitulo 13.


Capitulo 13:

Narra Joe:

Al día siguiente hicimos cosas divertidas. Como desayunar juntos, conocer el lugar y conversar todo el tiempo. A la noche, prepare la cena. No salimos de allí porque estaba lloviendo a cantaros. Peo es no tubo nada de importancia. Arregle una cena en casa muy romántica. Como si estuviésemos en uno de esos restaurantes de lujos. Lo que aquí valía, era la compañía de Allison. Todo sea para estar un minuto más al lado de ella. La espere sentado frente a la mesa, mientras ella se ponía aun más hermosa. Hasta que al fin termino. Salió de la habitación con un precioso vestido color blanco que acentuaba su escote. Llevaba la espalda descubierta y le llegaba hasta las rodillas. La mire de arriba abajo en un abrir y cerrar de ojos. Estaba bellísima. Mordí me labio inferior. La deseaba. Atiene a sonreírle y a decirle lo linda que estaba. Giro para que la pudiera ver completamente y la anhele aun más. Ally sonrió como siempre lo hacia. Sentí su aroma. Ahora me atraía de sobre manera. Intente no acercarme demasiado en ese momento porque quería devorarla a besos. Entonces me voltee para correr la silla y Allison se sentó.

-Ally, espérame aquí. Ahora mismo traigo la comida. – Dije. Y fui hacia la cocina.

Regrese con los platos preparados. Que contenían una deliciosa comida. Entonces cenamos allí bajo la luz de las velas. No era necesario, pero lo hacia aun más romántico. Luego nos sentamos en un sofá a comer el postre. Note que tenía su boca cubierta por un poco de lado. Me acerque y la bese quitándolo. Ella suspiro y volvió a mis labios. Ahora si todo se estaba poniendo mejor. Rodeo mis caderas con sus piernas y mi cuello con sus brazos presionándose con fuerza a mi cuerpo. Sostenía su cabeza besándola con muchísima pasión. La apoye contra una pared y recorrí su cuello.

-Hazme el amor Joe. – Susurro a mi odio.

-Ally ¿segura? – Pregunte.

No respondió con palabras. Solo regreso a besarme y yo procedí a desprenderle su vestido. No voy a dar más detalles. Prefiero guardármelo para mí. Pero si diré que fue increíble. Al principio tenía temor de lastimar a Allison. Es frágil. Pero no fue así. Todo salió perfecto, fue mágico.

Al día siguiente, tenia otra sorpresa oculta para ella. Sabía que la pondría feliz.

Narra Allison:

Lo que a mi me estaba ocurriendo era increíble, pero sencillo de explicar. Me sentía la mujer más feliz del mundo. Es simple.

Esa mañana Joe me dijo que quería darme algo. Así que le correspondí contenta.

-¿Qué es Joe? – Pregunte con intriga.

El se puso detrás de mí, y colgó un delicado collar color plateado en mi cuello.

-Quiero que lo tengas tú. – Expreso. – Y que aunque pase lo que pase, nunca de olvides de mi, Ally.- Dijo tierno.

Le di un corto beso en sus labios.

-Joe… yo contigo me siento la persona más feliz del mundo. – Exclame.

-Y me encanta que estés así. – Respondió. – Ally, yo contigo soy otro, soy yo mismo. Me cambiaste la vida, linda.- Dijo dulcemente.

-Entonces… tenemos que volver. – Dije un poco triste.

-Si, lo se. Pero todo va a estar bien. Te lo prometo. – Juro dándome un beso en la frente.

Me sentía la persona más especial al lado de Joseph. Era consiente de que entre nosotros había algo muy grande que nos unía. Con tan solo un rose se provocaba aquella chispa o electricidad que existía entre nosotros. El era una persona asombrosa, y era imposible o muy complicado describir lo extraordinario que era. Cuando estaba en sus brazos me sentía a salvo de todo, protegida, amada. Al fin alguien podía valorarme como y tal cual soy. Sin juzgarme. En ese momento, olvidaba todos los problemas externos, y solo soñaba, con casarme con Joe, tener hijo con Joe, y vivir mi vida entera con Joe. Se había convertido en una persona esencial para mí, y para mi felicidad.

Pero como todas las cosas lindas llegan a su final, tuvimos que volver a la ciudad. No era triste para Joe. Porque el dejaría a Barbie, y hasta tenía excusas. Pero si lo era para mi. Tenía una mescla de problemas de todo tipo. Si yo me iba a comenzar una vida con Joe ¿Qué ocurriría con mi padre? ¿Con Brandon? Se que lo más fácil era no preocuparme. Pero sin embargo, era mi papá. Y me alteraba el hecho de que estuviera pasándola mal. Aunque pensándolo bien, debía pagar por lo que hizo. Quería mandar todo al diablo e irme con Joseph para siempre.

jueves, 10 de febrero de 2011

Capitulo 12.


Capitulo 12:

Narra Allison:

Amanecí en casa con una sonrisa inmensa en mi rostro. Era casi inexplicable lo feliz que me sentía. Estaba un tanto nerviosa. Pero una sensación muy bonita me invadía completamente. Al instante vibro mi celular, era Joe que estaba esperando por mi. Así que me vestí apresuradamente con lo primero que vi, y salí con mi bolso hacia afuera. Y allí estaba Joseph. Dentro de su auto, saludándome con su mano a la distancia. El brillo de sus ojos que lo caracterizaba, y una sonrisa que brillaba y se destacaba notablemente en su hermoso rostro. Y como siempre, su actitud de hombre caballero, hizo que abriera la puerta del auto para que pudiese subir. Lo salude con un beso en la mejilla y sentí su peculiar perfume.

-Hola Joe. – Dije sonriendo.

-Hola, linda. ¿Cómo estas? ¿Estas lista para pasar los mejores dos días de tu vida? – Pregunto galán.

-Claro que si. – Respondí entusiasmada y muy segura de lo que decía.

Joseph puso el auto en marcha, y comenzó a conducir. Estaciono dentro del aeropuerto y bajamos allí con nuestro equipaje. Me asusto el hecho de tener que viajar en avión. No quería hacerlo. Pues sabia que mi madre había muerto en un accidente aéreo. Y me aterraba la idea de tener que hacerlo. Volar metros arriba de la tierra, y despegarse del planeta era algo a lo que le temía demasiado. Si llegaba a suceder algo allí arriba, nada podría ayudarnos. Bueno, al menos eso era lo que yo pensaba. Me producía demasiado terror.

-Joe… no dijiste que iríamos en avión. – Exclame temerosa.

-Creí que no importaría. ¿Qué ocurre? – Pregunto.

-No quiero ir en avión. – Afirme.

-Ally ¿tienes miedo? – Pregunto preocupado.

-No quiero subir a esa cosa. – Exprese segura.

-Tranquila Allison, nada va a pasar. – Dijo con una sonrisa.

-No Joe, tu no sabes.- Dije. – Mira si el avión se cae, o explota, o no se, no quiero Joseph, no lo hare. – Exclame con un poco de exageración.

-Ok Allison. Ya se a lo que le temes. – Dijo. – Pero no va a pasar nada. Te prometo que todo saldrá bien. Solo cree en mí. - Exclamo tomando mis manos y mirándome a los ojos.

-Tú tienes el poder de convencerme. – Reí.

Esperamos unos minutos a que nos llamaran para el vuelo. Hasta que lo hicieron. Estábamos tan solo a unos pocos centímetros del avión y mi corazón palpitaba ágilmente. Y no era de amor o de alegría. Era del estúpido miedo que me estaba evadiendo completamente. Mis piernas casi temblaban descontroladamente. Y mi respiración estaba acelerada. –Contrólate Ally. ¡Contrólate! – Pensaba para mis adentros.

Finalmente subimos al avión y Joseph se sentó al lado de la ventanilla. Al menso eso era algo bueno. Creo que noto que estaba a punto de morir sentada allí adentro.

-Ally ¿estas bien? – Pregunto demasiado preocupado.

-Si… yo… yo estoy… estoy… bien. – Mentí.

-Allison, no estas bien. No soy idiota. – Dijo. – Tranquilízate, nada malo va a ocurrirte. En serio lo digo. Eh viajado millones de veces aquí. Desde que era muy pequeño y jamás paso algo malo. – Conto intentando calmarme.

-Es cierto Joe. Pero si estoy aquí ahora, es solo porque tú me lo pediste. – Dije.

-Bueno, pero tranquila. Respira. No estés nerviosa. Es peor. – Exclamo mirándome a los ojos.

Tomo mi mano justo antes que el avión comenzara a ascender. Cerré los ojos fuertemente, y me aferre más aun a la mano de Joseph. Finalmente el viaje pasó rápido. Fuimos conversando y escuchando música. Y como el me lo dijo… nada malo ocurrió.

Al fin llegamos a nuestro destino. Una pequeña casa en medio de un estupendo campo, rodeada de cosas bonitas. Perfecto para ver las estrellas. Y eso fue lo que hicimos el primer día. Nos sentamos en el patio trasero de aquel lugar mirando el brillo de las estrellas e iluminados por la luz de la luna. Joe también trajo algo para beber.

-¿Por qué elegiste este lugar? – Pregunte curiosa.

-Porque es lindo. Además de que podemos ver todo esto. – Dijo mirando el cielo.

-Así que eres romántico. Dime más de ti. ¿Qué más eres? - Cuestione en tono de broma.

-Bueno, yo soy romántico, como tú dijiste. Soy protector, y me gusta hacerte reír. – Contó y yo reí al instante.

-¿Ves? Te hago reír. – Bromeo.

Lancé una breve carcajada y Joe también rio. –Me encanta estar aquí, contigo. – Dije.

-A mi mucho más. – Contesto.

Se acerco a besarme y lo hiso. Me beso delicadamente saboreando mis labios que se movían una y otra vez. Era impresionante estar allí con el. Era lo mejor que podía pasarme. No importaba nadie más que nosotros. Estábamos solos, en paz.

martes, 8 de febrero de 2011

Capitulo 11.


Capitulo 11:

Narra Joe:

La verdad no se que diablos estaba sucediendo en mi vida. Acaba de besar a Allyson y de engañar a mi novia. No se sentía bien eso. Y lo peor era que Ally no me correspondió totalmente, digo, si me beso, pero luego huyo. Entonces no gane nada. Si no más bien, perdí a alguien, que era mi amiga. Decidí ir a conversar un rato con Nick sobre lo que había sucedido. El sabría que decirme. Al final llegue a una sola conclusión: No perdería tres años de noviazgo con Barbie, por una chica que simplemente me gusto un poco, pero que todo eso ya es pasado.

Así que decidí esperar a mi novia a que regresara de su viaje, y seguir con nuestras vidas normalmente.

Pasaron tres días, y no supe más de Allison. La llame a su celular y no respondías, hasta fui a su casa pero nadie atendió. Barbie al fin llego de su viaje, y cenamos juntos esa noche. Lamentablemente, había una especie de tensión entre los dos, que era difícil de disimular. Me sentía un poco incomodo a si lado.

A la mañana siguiente, amanecí junto a Barbie. Estaba un poco nerviosa, y se vestía apresuradamente. Intentando no hacer ruido.

-¿A donde vas tan apurada? – Pregunte confuso.

-Eh… tengo que ver a una… una amiga. Si, una amiga. – Respondió totalmente insegura.

-¿Segura? ¿No quieres que te lleve? – Cuestione.

-No, puedo ir sola. – Contesto y sonrió falsamente.

Yo estaba seguro que ella estaba mintiendo. Que no tenía que ver a una amiga, apaleaba hacer otra cosa. Así que me vestí deprisa, y la seguí con mi auto hacia a donde se dirigía. Ella comenzó adentrarse en los suburbios de un pequeño barrio, y yo la imite. Estaciono su auto, y yo lo hice en la cuadra anterior, y me escondí detrás de unos arbustos. Observe como ella tocaba la puerta de la casa, y un muchacho rubio salía de allí. Barbie miro a su alrededor, y luego lo beso. Si… ¡ME ENGAÑO! Me fue infiel. Mi casi esposa se besaba con otro hombre. Y aunque me dolió un poco, y había echo exactamente lo mismo, bese a otra mujer. Era obvio que las cosas no estaban funcionando. Apenado y decepcionado, quite mi anillo, y lo arroje a la calle. Nuestro compromiso había terminado.

Narra Allison:

Todo había sido totalmente horrible e inútil en los últimos días. Excepto cuando Joe me beso. Fue inexplicable, hermoso, fantástico, maravilloso. Yo siempre fui una chica poco confusa, con sus sentimientos bien en claro, y estaba segura que Joe me atraía demasiado, estaba enamorada de el. Desde el primer momento en que lo vi sus ojos me transmitieron millones de cosas que quedaron plasmadas en mi corazón.

Ese día, cansada de todo lo que estaba sucediendo con Brandon y mi padre, me fui de casa al club, para entrenar un poco, mejor dicho, distraerme.

Primero comencé con una rutina fácil, y luego a practicar algunos saltos. Estaba haciéndolo todo muy bien, hasta que contemple a Joseph ingresar al club. Era el. Me miro, sonriéndome y salúdenme a lo lejos. Yo sonreí atontada. Pero el eligió un mal momento para entrar. Justo estaba realizando un salto, y desgraciadamente me caí, golpeando mi pierna.

Joe cambio totalmente la expresión de su cara, y se acerco a ayudarme.

-Hey Ally, ¿estas bien? Lo siento mucho, en serio. – Dijo inclinándose a mi lado.

-Ouch, me duele mucho la pierna. – Me queje.

-Lo siento otra vez. Es fácil distraerse, digo, si entra alguien tan hermoso como yo en imposible no mirar. – Bromeo y rio suavemente.

Puse los ojos en blanco y también reí. – No es tiempo de bromas Joseph. Ayúdame, acabo de golpearme. – Exclame fingiendo estar enojada.

-Ok. Vamos a casa. Tienes que ponerte un poco de hielo ahí. – Indico y atino a cargarme en sus brazos.

-¡No me cargues Joe! ¡Puedo caminar! – Ordene.

-Vamos Ally, se que amas que te cargue en mis fuertes brazos. – Dijo y finalmente me cargo contra mi voluntad y sonrió ganador.

Fuimos riendo y bromeando hasta su auto. Realmente, no me había golpeado demasiado. Solo debía poner un poco de hielo, pero nada más. Llegamos a su casa, y me dejo sobre su cama. Luego volvió con un empaque de cubos helados. Acaricio mi pierna, y comenzó a apoyar el hielo frio contra mi golpe suavemente. Joe me miraba de reojos y sonreía.

-¿Ya esta? ¿Ya no duele? – Pregunto.

-Creo que si. Gracias Joe. – Conteste agradecida.

Joe se acerco aun más a mi, me miro fijamente a los ojos, sin bajar la mirada en ningún momento.

-Ally, sabes que fui a verte. Tengo que decirte algo. – Dijo.

-Claro Joe, dilo ya. – Pedí.

-Se que te gusto, admítelo por favor. – Solicitó Joe.

-Aww, Joe. Tu eres hermoso, una gran persona. Y es inevitable que no me gustes. Ahora lo sabes. – Confesé.

-Allison, vayámonos dos días solos, nosotros dos. Quiero demostrarte todo lo que puedo ser para ti. – Propuso. - Por favor Ally, di que si. – Pidió.

-Ay Joseph… si me l pides así, como decir que no. Iré contigo a donde sea. – Exclame segura.

-¿Entonces es un si? – Pregunto otra vez.

-Claro que si. – Respondí.

Volvió a mirarme y me beso. Dulcemente. Era increíble estar con el. Me sentía en el cielo.